Terapia online individualizada para adolescentes, jóvenes y adultos
La terapia individual es un espacio personalizado pensado para ayudarte a abordar tus inquietudes y desafíos personales. Durante nuestras sesiones, exploraremos tus pensamientos, emociones y comportamientos para fomentar la auto conciencia y trabajar conjuntamente en estrategias que te ayuden a superar obstáculos y mejorar tu bienestar emocional. El enfoque es totalmente centrado en ti, proporcionándote un lugar seguro para expresarte y desarrollar herramientas para afrontar las dificultades.
Dificultades o problemáticas que podemos abordar
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Sientes que te resulta difícil disfrutar de tus pasatiempos, experimentas una sensación de inquietud y nerviosismo. El trabajo te abruma, enfrentas mayores dificultades para manejar situaciones que solías gestionar con facilidad. Levantarte por la mañana para ir a trabajar se ha vuelto una tarea desafiante. Te irritas con facilidad y parece que estás más sensible a tu entorno, lo cual te causa malestar. Lo que solía ser una rutina cotidiana ahora se convierte en un problema que te preocupa.
Enfrentar estas dificultades es el primer paso para recuperar el equilibrio y bienestar en tu vida.
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Estás pasando por momentos en los que a veces notas una presión en el pecho o que el corazón te late más rápido de lo normal, te cuesta conciliar el sueño y relajarte. La sensación de tener la mente siempre activa te agobia. Aunque no hayas hecho muchas cosas, te sientes cansado durante el día, y eso te frustra porque no entiendes bien qué te está pasando.
Van pasando lo días y esa sensación continua acompañandote, pero tratas de distraerte para no pensar ‘‘ya se pasará’’, ‘‘será estrés’’, pero sigue ahí, y es incómodo. Antes te podía ocurrir únicamente cuando estabas sol@, pero ahora a veces te ocurre incluso estando acompañado de amigos, familia…lo cual te hace sentir aún más incomodo y frustrado. Tu cuerpo va acelerado, pero tu cabeza también.
Estos síntomas pueden ser indicativos de diversas situaciones, y considerar buscar apoyo profesional podría ser beneficioso para entender y abordar estas experiencias.
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Has pasado por la dolorosa experiencia de perder a alguien especial o algo que significaba mucho para ti, y sientes que este peso no te deja avanzar. Quizás pensabas que con el tiempo el dolor disminuiría, pero lamentablemente, ha ido en aumento. Para lidiar con ello, intentas mantener tu mente ocupada, llenando tus días con distracciones para evitar enfrentarte al sufrimiento.
Es común dejar atrás ciertas experiencias en la vida, postergando su procesamiento, pero es crucial reconocer la importancia de permitirte sentir y abordar esas emociones. Aunque haya pasado un tiempo, darles el espacio y el tiempo adecuados puede ser fundamental para la sanación y para permitirte seguir adelante de una manera más saludable.
Enfrentar el dolor y honrar esas experiencias es un paso significativo hacia la recuperación emocional.
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A veces, te resulta complicado compartir con los demás tus emociones, pensamientos y sentimientos. El temor al juicio y a lo que los demás puedan pensar, junto con tus inseguridades, a veces actúan como un bloqueo que te impide expresarte como realmente quisieras. Notas que las frustraciones, la impotencia y la tristeza se acumulan hasta el punto de provocar reacciones inapropiadas en algunas situaciones, como respuestas bruscas, gestos desacertados o una comunicación agresiva. Lo curioso es que después, estas reacciones te generan una sensación aún peor.
Experimentas dificultades para conectarte con tu entorno, sintiendo en ocasiones que estás más aislado. El temor a lo que puedan pensar los demás y la sensación de distanciarte del resto te generan inseguridad, creyendo que quizás no serás aceptado. Surgen pensamientos que cuestionan tu valía para pertenecer a grupos o sentirte suficientemente digno.
La obligación de realizar tareas con la expectativa de obtener reconocimiento te agota. A pesar de tus constantes esfuerzos por obtener la aprobación de tu entorno, sientes que nunca es suficiente. Este ciclo de buscar validación externa puede generar una carga emocional considerable.
Es fundamental recordar que tu valía no está determinada por la aprobación de los demás y considerar explorar estrategias para construir una conexión más auténtica contigo mismo y tu entorno. La autoaceptación y la construcción de relaciones basadas en el respeto mutuo pueden ser pasos valiosos hacia un bienestar emocional más sólido.
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Llevas un buen tiempo en una especie de batalla interna, sin sentirte del todo bien contigo mismo. Te cuesta reconocer tus propios logros, celebrar tus objetivos alcanzados y valorar lo que has conseguido en tu vida. Te exiges demasiado, y más que destacar lo que ya has hecho, tiendes a culparte por lo que aún queda pendiente.
A veces, el ánimo baja, y comienzas a dudar sobre quién eres y hacia dónde vas. Sientes una inestabilidad emocional, con días en los que te sientes contento, otros en los que el ánimo no es tan brillante, y algunos en los que simplemente te mantienes neutral. La incomodidad contigo mismo se intensifica cuando te comparas constantemente con los demás, y parece que siempre hay alguien que parece tenerlo todo más claro.
Quiero recordarte que está bien sentirse así y que no estás solo en esto. A veces, dar el paso de buscar apoyo, sea de amigos, familiares o profesionales, puede marcar la diferencia. Tu valía no está determinada por lo que has logrado o dejado de hacer. Todos tenemos nuestros propios tiempos y caminos.
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A veces, experimentas tu estado de ánimo como una montaña rusa, con días en los que te sientes en la cima y otros en los que te encuentras en lo más bajo, sin comprender exactamente por qué. Te comparas con los demás, te esfuerzas por mejorar y, paradójicamente, ese esfuerzo constante termina agotándote.
Te ves obligado a ponerte una máscara cada vez que sales de casa, tratando de aparentar que "todo está bien", cuando en realidad no es así.
A pesar de tus intentos, parece que vives en piloto automático, dejando de disfrutar lo que solía encantarte. Te aíslas, te exiges más de lo necesario y te culpas por sentirte de esta manera en lugar de brindarte comprensión y cuidado.
Quiero recordarte que está bien sentirse vulnerable y que buscar apoyo puede ser el primer paso hacia un camino más suave y compasivo contigo mismo.
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A veces, percibes que tus emociones escapan a tu control, resultando difícil gestionarlas. Te sorprendes con actitudes que no te reconoces, malas reacciones, gestos inapropiados, incluso momentos de agresividad, todos como manifestaciones de tu malestar interior. Enfrentas la frustración y te enfadas contigo mismo por ser de esa manera, centrándote en autocríticas y autoexigencias. Te esfuerzas constantemente por cambiarlo, pero los resultados no son evidentes, lo que te lleva a cuestionarte qué está sucediendo, dónde radica el problema.
Pregúntate qué es lo que está ocurriendo en tu interior para que reacciones así en vez de hablarte mal y criticarte. Dale un giro a cómo te tratas, igual te ayuda a darte cuenta que detrás de las palabras hay emociones, sentimientos y pensamientos.
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Has llegado a un punto en el que sientes que una adicción ha tomado el control, dictando tu día a día. Este dominio ha llevado a que te alejes de tu entorno, de tus pasatiempos, de tu familia y de las rutinas que solías seguir. Aunque aún puedes experimentar pequeños momentos de placer, ya no es lo mismo; el subidón es breve y el bajón resulta devastador.
En ocasiones, surge la fantasía de tener el control, pensando "yo puedo" o "yo controlo", pero sabes en el fondo que no es así. A pesar de esta conciencia, persistes en intentar, engañándote a ti mismo. Te cuestionas hasta dónde llegarás, pero continúas en este ciclo, buscando respuestas y soluciones que parecen esquivarte.
Es un momento desafiante, pero buscar apoyo profesional y comprender las raíces de la adicción puede ser un paso importante hacia la recuperación y la reconstrucción de una vida más equilibrada.
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Sientes que dedicas toda tu energía a una persona, a veces incluso a varias, ya sea a amigos, familia, o a tu pareja. Eres consciente de que tu estado de ánimo fluctúa según la actitud de esa persona, lo cual resulta agotador. Te gustaría cambiar esta dinámica, pero a pesar de tus esfuerzos, te sientes vulnerable e incapaz de lograrlo. En su presencia, te sientes un poco más pequeño o pequeña. Cada día se convierte en un desafío, con momentos de sufrimiento que varían en intensidad, pero siempre terminas sintiéndote intranquilo/a. Los momentos agradables son efímeros. A veces te cuestionas si el problema eres tú, la otra persona, o ambos, pero careces de respuestas concretas. Simplemente, sigues adelante, esperando que algún día esa sensación desaparezca.
Tomar conciencia es el primer paso, a veces el más difícil. Recuerda que buscar apoyo y comprensión puede ayudarte a encontrar tu bienestar y salud mental.
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Sientes que las cosas en tus relaciones familiares o de pareja no van tan bien como quisieras, y hay ciertos temas que te gustaría compartir pero aún no lo has hecho con nadie. A veces, preferimos simplemente dejar pasar las cosas, pero eso suele jugarnos en contra, y la situación se complica más. Tal vez hayas intentado hablar de ello con algún amigo o amiga, recibiste algunos consejos útiles y lograste superar algunos obstáculos, pero aún así sientes que necesitas desahogarte más y obtener una comprensión más profunda, así como herramientas para manejar mejor todo.
Es verdad que no siempre podemos controlar lo que sucede a nuestro alrededor, pero quiero decirte que lo más importante ahora es trabajar en ti mismo/a. Es crucial revisar cómo ves lo que está pasando, cómo interpretas lo que ocurre a tu alrededor y de qué manera puedes lidiar con las cosas para no salir tan afectado/a emocionalmente.
Contar con un espacio donde puedas compartir y expresar lo que estás viviendo es algo muy sano. A lo largo del día y de la vida, pasan muchas cosas, y de esas muchas, expresamos solo una pequeña parte. Por eso, te animo a que no dejes pasar esos temas, incluso si parecen ser externos. Piensa en ti mismo/a y en cómo puedes ayudarte a ti en este proceso de entender lo que estás viviendo.
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A veces nos surgen dudas, de quienes somos, hacia dónde vamos, donde estamos…nos surgen preguntas, si donde estamos es el lugar correcto o no, si deberíamos estar haciendo otra cosa, si nos hemos equivocado…Seguramente hayas compartido esta sensación alguna vez con alguien cercano, o te lo hayas preguntando a ti mismo directamente en tu cabeza. Esas dudas suelen surgir de inseguridades y miedos que están latentes en nuestro interior, pero preferimos no prestarles mucha atención ya que eso implica sentirse mal e incómodo/a y por supuesto, a nadie le gusta sentirse así.
Pero almacenar esas dudas, esas preguntas, esas cuestiones, no hace que desaparezcan, al contrario, se quedan acumuladas en un lugar de nuestra cabeza, y de vez en cuando van molestando, en forma de nervios, de dolor de cabeza, de dolor de estomago. Esforzarte en no hablar o pensar en ellas no las hará más pequeñas, al revés, provocará que hagan mas ruido.
Te invito a que pongas sobre la mesa todo aquello que te perturba, sin ningún tipo de expectativa o solución, sin rumbo. Colocar todas esas dudas, preguntas, miedos e inseguridades sobre la mesa y observarlas, darles su lugar y que dejen de hacer tanto ruido y tanto daño en tu interior.
Permitirte un espacio para ello, te ayudará a crecer y a conocerte mejor. No es el objetivo si no el camino que se puede ir construyendo.
Trabajo conjunto con psiquiatría si fuera necesario y a petición del paciente.
¿De qué manera conectaremos?
Utilizaremos la plataforma Google Meet , es cómoda y no requiere ninguna instalación.
Maneras de comunicarnos en caso de dudas o emergencia
💬 WhatsApp I 📧 Correo electrónico I 📞 Llamada telefónica
Si atraviesas un período complicado en tu vida, donde las circunstancias no fluyen como solían hacerlo y experimentas una sensación de desánimo, enfrentar cada día puede resultar un desafío. Aunque intentes convencerte de que son solo momentos pasajeros y que eventualmente mejorarán, la situación persiste.
En este momento, permítete buscar apoyo y abordar lo que estás enfrentando, sin importar cuál sea la naturaleza del problema; tu bienestar mental es de suma importancia. Aunque pueda resultar difícil, priorizar tu salud mental es crucial. Reconoce que eres la persona indicada para tomar medidas y resolver cualquier adversidad que estés atravesando.